Las ferias son un importante motor de la actividad comercial. Su finalidad es mostrar las calidades, cualidades y avances de productos y servicios para realizar toda clase de operaciones comerciales. Ésta es una de las principales causas por las que las ferias y exposiciones pueden constituir un elemento importante de promoción dentro de las estrategias comerciales de las empresas.

Las ferias tienen la ventaja de poner a los interesados en contacto directo con los productos, reunidos en un determinado lugar y tiempo, frente a otros medios de difusión que carecen de ese nivel de contacto y comunicación inmediatos.
En las ferias comerciales, el producto y/o servicio es el centro de atención, las máquinas y los sistemas se muestran en operación y se complementa con el respaldo informativo personalizado por expertos.
Una vez que hemos decidido que participar en una feria que es una inversión rentable para mi empresa, hemos de estudiar cuál de las ferias que nos ofrece el mercado es la más idónea para alcanzar mis pretensiones.
Desgraciadamente, es demasiado común tener que decidir entre distintas opciones, porqué la proliferación de ferias de un mismo sector en un mercado resta eficacia al conjunto de las mismas, incrementa los precios, debido a que se generan menores economías de escala, se empobrece la oferta expuesta debido a la división de la misma en diversos salones, y, por lo tanto disminuye el interés del visitante, al cual se le agota haciéndolo ir de un salón a otro.
A la hora de elegir se debe analizar los siguientes aspectos de una feria:
Antigüedad: Cuanto más antigua es una feria mayor aceptación tiene en el mercado.
Especialización: Nuestra oferta deberá encajar con el público objetivo al que se dirige la feria.
Cuantitativos: El número de expositores y visitantes garantiza la aceptación de la feria.
Precios: Toda feria es una inversión que se ha de rentabilizar, hemos de analizar si la relación coste/beneficio justifica esta inversión.
Especialización: Nuestra oferta deberá encajar con el público objetivo al que se dirige la feria.
Cuantitativos: El número de expositores y visitantes garantiza la aceptación de la feria.
Precios: Toda feria es una inversión que se ha de rentabilizar, hemos de analizar si la relación coste/beneficio justifica esta inversión.
Tras esto, también estudiaremos en profundidad cuál es la rentabilidad de la inversión de una empresa en una feria. La respuesta sólo se puede realizar por una vía: marcando objetivos en cada feria a la que asiste una empresa y analizando, una vez finalizada la misma, en qué grado se han cumplido cado uno de nuestros objetivos.
A pesar de que nuestros objetivos en cada feria son diferentes, sí podemos hacer una relación de los parámetros sobre los que hemos de fijar los mismos. Estos son:
Generar Ventas; siempre se ha dicho, y es verdad, que en una feria no se vende, aunque hay que matizar que la inversión de una empresa en una determinada feria tiene como objetivo mejorar las ventas, a medio plazo, en el área de influencia de la feria.
Lanzamiento de nuevos productos y servicios ya que en las mismas se concentra todo el sector al cual va dirigida la novedad. Y a la vez es una buena formar de analizar la respuesta del mercado a estos nuevos productos/servicios.
Mantener una cartera de clientes; no debemos caer en la tentación de dar más importancia al cliente nuevo que al que ya tenemos. Mantener la fidelidad de la cartera de clientes debe ser una preocupación constante en una empresa, y las ferias son un instrumento idóneo para lograrlo.
Conseguir nuevos clientes; la eficacia de los contactos establecidos durante la feria con clientes potenciales se estudiará en el volumen de ventas obtenido antes de la siguiente feria, con estas empresas contactadas.
Estudiar los mercados; que duda cabe de que la presencia de la competencia, clientes potenciales, agentes sectoriales e institucionales en una feria, permite a una empresa obtener importante información de suma utilidad en la elaboración del Plan de Marketing. Es muy importante que el expositor se pasee por la feria y que no se encierre en su stand.
Introducirse en un mercado; tanto con su propia empresa como con alguno de sus productos. En ambos casos, la presencia en la feria debe ser el resultado de un trabajo previo de investigación/promoción cuyo punto álgido es la asistencia de la empresa a la feria.
Impulsar la Imagen Corporativa; el instrumento que se debe utilizar para alcanzar este objetivo es el diseño de stand y de los instrumentos de promoción que se distribuyen en el mismo.
Realizar acciones de relaciones públicas ante instituciones y medios de comunicación ya que a las ferias acostumbran a asistir autoridades (no sólo al acto de inauguración), ejecutivos de asociaciones y periodistas –tanto de revistas técnicas como de otros medios de comunicación.
Control de calidad de su servicio; las exposiciones profesionales permiten obtener una información directa sobre el nivel de satisfacción de los clientes de una empresa, del servicio prestado.
Para el ICEX, las ferias internacionales son un medio de promoción de probada eficacia. Los países en los que existe una mayor presencia española son Estados Unidos, China, Alemania, y Japón.
Tras este compendio de afirmaciones para participar en las ferias, el hecho es que cada vez hay más ferias, cada vez son más el número de stands en éstas, y también aumenta considerablemente año tras año el número de visitantes. Por algo será.
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