El comienzo del verano es el mejor momento para
organizar tareas de motivación o de team-building al aire libre. No se trata de
eventos de recreo o de premio sino de eventos destinados a conseguir objetivos
de cohesión, de trabajo en grupo y de gestión. Además de resultar actividades
que verdaderamente entretienen a los participantes, proporcionan resultados
reales que ayudan a mejorar el rendimiento empresarial y de los empleados.
Entre los principales objetivos que se persiguen,
destacan los siguientes:
· El trabajo en equipo
· La diversión en la realización de las tareas
· La mejora del clima laboral
· La reducción del estrés
· La potenciación de la relación interfuncional
· La comunicación
· El liderazgo en diversas situaciones
· La gestión del cambio
· La resolución de conflictos
· La orientación a resultados y su consecución
· El compromiso
Las actividades al aire libre más utilizadas en este tipo de eventos son las actividades deportivas. Entre ellas cabe destacar el rafting, multiaventuras, paracaídas, descenso de cañones, deportes náuticos o de invierno, karting, vehículos todoterreno, equitación o rutas a caballo, torneos de golf, tiro con arco, deportes de equipo o buceo.
También se utilizan con frecuencia otro tipo de
actividades como las lúdicas (juegos, paintball, gymkanas), interactivas o de
concurso (business challenge, canciones, baile, películas, descubre al asesino,
búsqueda del tesoro, escuela de espías), de participación (fiestas temáticas, experimentos,
arte, canto, inmersión en otras culturas, cocina, catas, elaboración de
distintos productos, trabajo en granjas) o naturaleza (rallies fotográficos,
convenciones en naturaleza, escalada, senderismo, orientación, supervivencia, visitas
a centros de naturaleza).
Estas actividades se pueden combinar también con
sesiones de formación y seminarios específicos.