El marketing
promocional
El llamado marketing promocional engloba una serie de
acciones que tienen una característica común, la suma de un estímulo adicional
al producto, y un objetivo prioritario, la activación de las ventas o de la
respuesta esperada. Lo que el público percibe es el producto más el “plus
promocional”, éste ofrece un valor añadido que, en muchas ocasiones, se
convierte en el verdadero motor de la decisión de compra.
En todos los casos la clave está relacionada en la
concepción a corto plazo de la promoción, lo que quiere decir que debe estar
limitada en el tiempo, ya que de no ser así, el público lo entenderá como una
característica más del producto y perderá el estímulo. Quizá esta explicación
te parezca rara, sin embargo estás muy acostumbrado a las promociones. Ejemplo:
Si te compras este ordenador antes del 30 de este mes, tendrás un 10% de
descuento o un curso de formación gratis. Es decir: producto, más plus
promocional, ligado a un período de tiempo limitado.
Es preciso elegir bien la técnica o el tipo de estímulo
adicional en función de cada situación, que estará definida por el producto o la oferta en cuestión y el público
al que se dirige. Debemos considerar la actitud de este último, el
posicionamiento de la marca, el incentivo elegido, el medio o medios para
comunicar la promoción y el sistema por el que el consumidor accede a ella.
Las distintas acciones promocionales deben obedecer a una
estrategia planificada y formar parte del plan de marketing y comunicación de
la empresa. La falta de planificación disminuye el efecto que podría alcanzarse
con este recurso y lo convierte en una actividad marginal. El punto de partida,
como en cualquier plan, después de analizar la información necesaria, es el
objetivo fijado. Los principales objetivos del marketing promocional son:
Apoyar la introducción de nuevos productos.
Dar salida a exceso de stocks.
Obtener liquidez a corto plazo.
Incentivar y apoyar a la red de vendedores.
Crear barreras a la competencia.
El marketing promocional tiene dos públicos claros: el consumidor
final y el distribuidor. En cada caso los objetivos anteriores deben
concretarse en acciones específicas que atraigan la atención sobre la marca,
bien para darla a conocer, o bien para contribuir a la fidelidad hacia ella. La
gestión de empresa actual ha desarrollado el trade marketing, centrado en la
distribución como respuesta al enorme protagonismo de los canales a través de
los que se comercializan los productos. La política de promoción al canal de
distribución atiende las necesidades de este intermediario imprescindible en la
mayoría de los casos.
A veces es difícil establecer los criterios para distinguir
unas acciones de otras en publicidad no convencional y no siempre existe
consenso sobre las clasificaciones. En el caso de las promociones te proponemos
esta:
.-Promociones de tipo económico, basadas en el precio final
del producto. Las más habituales son los descuentos, las ofertas especiales y
lotes de productos, utiliza códigos con el fin de que se canjeen en tu web y de
esa manera aumentes la BBDD.
.-Promociones de regalo añadido, que se pueden obtener de
distintas maneras: entrega instantánea, por acumulación de puntos, etiquetas,
etc. y por participación en concursos o juegos.
.-Acciones en punto de venta, que facilitan el contacto con el
comprador y permiten darle información y asesoramiento.
.-Acciones en otros puntos, similares a las anteriores pero
realizadas aprovechando su presencia en lugares de ocio, descanso,
espectáculos...
La comunicación de la promoción puede realizarse utilizando
cualquier soporte, desde los medios masivos, creando así la publicidad
promocional, el marketing directo en cualquier de sus modalidades, la
publicidad en el lugar de venta, o plv, O los eventos a los que asiste la
empresa.